Thursday, December 15, 2011

Mujeres que quieren ser escuchadas

Las Troyanas es una tragedia de Eurípides, en la cual estamos frente a las mujeres más importantes de Troya: Hécuba, Casandra, Andrómaca y Helena, que aunque no es de Troya, es también de las más importantes en el término de la guerra que se desató por ella. En esta tragedia conocemos cuál es el destino de cada una de estas mujeres que aún viven. Al mismo tiempo que sucede esto, escuchamos sus lamentos y cuáles son las cosas que tienen que decir sobre su vida.

Clitemnestra o el crimen es un cuento de Marguerite Yourcenar, donde observamos desde una mente contemporánea, cuál pudo haber sido el discurso de defensa de Clitemnestra después de haber matado a Agamenón, su esposo.

Ambas obras tratan sobre lo que las mujeres tienen que decir. Pueda que no vayan a ser escuchadas o tomadas en cuenta, pero esto no significa que no quieran hablar sobre lo que está sucediendo. Aunque ambas obras son de diferentes épocas, tienen bastantes similitudes en algunos aspectos, para analizar esto usaré la transtextualidad que hay entre los dos textos.

La primera obra que se nos viene a la cabeza cuando escuchamos “Clitemnestra o el crimen” es Agamenón, puesto que muchos la recordamos como la protagonista de esta obra. En esta medida, el texto de Yourcenar habla de una paratextualidad al tener de título el nombre de la esposa de Agamenón. Más allá de eso, la transtextualidad que guarda con esta obra es evidente. Sin embargo, el análisis que haré será con Las troyanas de Eurípides.

En la relación que hay entre las dos obras, Las troyanas es lo que se consideraría el hipotexto, ya que fue escrito antes, y Clitemnestra o el crimen, el hipertexto. Sería, además, una relación de imitación seria, puesto que el estilo de Yourcenar en el que escuchamos a Clitemenestra hablando de su triste incidente se parece al que Eurípides usa para que sus propios personajes se expresen:

Voy a explicarles señores jueces.... Tengo ante mí innumerables órbitas de ojos; líneas circulares de manos puestas en las rodillas, de pies descalzos descansando en la piedra, de pupilas fijas de donde mana la mirada, de bocas cerradas donde el silencio madura un juicio. Tengo ante mí audiencias de piedra. Maté a aquel hombre con un cuchillo, dentro de la bañera, con ayuda de mi miserable amante que ni siquiera era capaz de sujetarle los pies.”[1]

Eurípides vivió en una época que enfrentaba desengaños, una en la cual el hombre empezó a preguntarse quién era realmente. Es por esto que los personajes de Eurípides, de cierta forma, han perdido la esperanza en la raza humana. Es por esto que las mujeres muestran su pesimismo y una total falta de esperanza, además de que es racionalista.[2] Estos hechos pasan también a Clitemnestra o el crimen.

Los motivos que se presentan en Clitemenestra o el crimen son literarios, puesto que ha decidido tomar otro personaje de la literatura clásica, uno que no está presente en Las troyanas y hacerlo confesar de igual forma que las mujeres de esa obra. Es como si los temas y los personajes migraran hacia otra obra, la de Yourcenar.

El motivo de la obra, esta confesión, es renovado por Yourcenar, por lo que hay una remotivación. Es decir, se habla sobre una Clitemnestra que tiene sus propios pensamientos y sentimientos, mucho más allá de como siempre ha sido juzgada: como la asesina de su esposo. Aquí observamos otros motivos que pudieron haberla llevado a este crimen. Lo maravilloso de la literatura es que permite explorar todas las razones por las cuales un personaje podría hacer algo y es curioso como esta autora hace que las razones de Clitemnestra sean el amor que sentía por Agamenón y los celos que ella siente cuando sabe que él está probablemente con otras mujeres. De hecho, Clitemnestra se decide a matarlo en el momento que aparece con Casandra. El motivo que se da en Agamenón es diferente al explorado por Yourcenar, puesto que en el libro de Esquilo se menciona que Clitemnestra decide vengarse de Agamenón por haber sacrificado a su hija. En Clitemnestra o el crimen, se menciona esto, pero Clitemnestra dice que a penas le molestó, porque ella soportaba todo por haber estado con este hombre, Agamenón, al que ella considera único.

Los valores de Clitemnestra como personaje de Yourcenar sufren una transvaloración respecto a Agamenón. Esto se da porque cambian de la sed de justicia presentada en esta obra a los celos que el amor por este hombre causan. Los valores de Clitemnestra respecto a los valores de las mujeres que se presentan en las troyanas también son transvalorados, ya que en la obra Las troyanas, escuchamos como Andrómaca habla un momento sobre como para ella es detestable abandonar al primer amado por alguien más:

Y si me olvido de mi amado Héctor y abro mi corazón a mi nuevo esposo, creerán que le falto; si, al contrario, le aborrezco, me odiarán mis dueños. Verdad es que, según dice, basta una sola noche para que la mujer deponga su odio en el lecho conyugal; mas yo detesto a la que pierde a su primer amante y ama pronto a otro”[3]

La Clitemnestra de Yourcenar, aunque también siente mucho cariño por su esposo, se siente traicionada, puesto que él la ha abandonado y no parece preocuparse de ella. Además, como sabe que su esposo está también con otras mujeres, a ella no le parece mal estar con Egisto; especialmente, porque ella no siente nada por él y siente que está jugando y usando a Egisto. Además, Clitemnestra nunca se detiene a pensar si el asesinato que está a punto de cometer es algo malo o bueno. La reflexión sobre esto, más bien la hace después, cuando tiene que hablar frente a los jueces. Para las troyanas, esto era quizá imperdonable. Durante la obra hablan con tanto respeto de sus esposos que sería muy difícil lograr que una de estas mujeres se rebelara contra uno; es más, hay un momento en el que Andrómaca habla de cuanto no le importó renunciar a salir a la calle al estar con Héctor:

“Yo, en el palacio de Héctor, cumplía las santas obligaciones propias de mi estado. En primer lugar, como mancilla la buena fama de las mujeres no estar en su casa, renuncié a salir, y vivía encerrada en ella; no me agradaba el trato de amigas elegantes, mi única maestra era mi conciencia”[4]

En el caso de Clitemnestra o el crimen se pude observar también que Marguerite Yourcenar hace una transdiegesización, puesto que hay elementos que combinan las dos épocas. En primer lugar, nos enfrentamos a un tiempo en el que Troya seguía existiendo, pero está ambientado en un lugar donde ya existían jueces, policías y prisiones, que son cosas que aparecieron después de cuando ocurre el hipotexto. Asimismo, en este relato también podemos encontrar un cambio total de género respecto a Las troyanas. Las troyanas es una tragedia clásica, mientras que Clitemnestra o el crimen es un cuento contemporáneo. La focalización entre estas dos obras también es diferente. Es decir, hay una heterofocalización. Mientras que en Las troyanas nos enfocamos en las mujeres famosas de Troya y observamos a Talbitio entrar de rato en rato para traer las noticias de los aqueos, en Clitemnestra o el Crimen la focalización recae absolutamente en Clitemnestra y en lo que ella piensa, en lo que ella hizo, en como ella reflexiona sobre lo que la llevó a estar parada frente a estos jueces que nosotros solo sabemos que existen, porque ella los nombra.

A pesar de que yo he hecho este trabajo con dos obras que están íntimamente relacionadas, lo cierto es que la transtextualidad puede encontrarse en obras que la mayoría de personas ni siquiera se imaginan. Esto se da, porque los clásicos encierran la mayoría de cosas que los humanos aun quieren escribir. La mayoría de escritores, por lo menos los reconocidos, han leído los clásicos y saben que casi todos los temas que topen están ya nombrados en otro lugar y saben donde están nombrados. Es decir, que para comprender mejor la sociedad en la que vivimos, lo que vemos en la televisión y lo que leemos, sería mejor leer primero los clásicos. Al menos, para las personas que vivimos en el mundo occidental. Las cosas serían más claras si es que nos diéramos el tiempo para leer estos libros en los que ya se trató los temas fundamentales de los que aún se siguen hablando.



[1] Marguerite Yourcenar, Clitemnestra o el Crimen, Apocatastasis.com: Literatura y Contenidos Seleccionados, http://www.apocatastasis.com/marguerite-yourcenar-clitemnestra-crimen.php#axzz1gLyfwSLu

[2] Anónimo, “El origen de la tragedia griega | Características Prometeo encadenado | Troyanas | Edipo Rey”, 14/12/201, http://www.ciudadseva.com/textos/estudios/edipo/edipo02.htm

[3] Eurípides, Las troyanas, versión PDF, p. 25.

[4] Ibid, p. 24.

En este artículo se puede encontrar un poco sobre Eurípides y las razones por las que escribió en esa forma particular: http://www.ciudadseva.com/textos/estudios/edipo/edipo02.htm

Tuesday, December 13, 2011

Clitemnestra o el Crimen

Este es un cuento de Marquerite Yourcenar que toma como protagonista a Clitemnestra y nos muestra, desde su punto de vista, cómo fue matar a Agamemnón. Les recomiendo el cuento, su versión completa está en: http://www.apocatastasis.com/marguerite-yourcenar-clitemnestra-crimen.php#axzz1gLyfwSLu

Sunday, December 11, 2011

El banquete de Platón y Poderosa Afrodita III

Discurso de Agatón y Sócrates con Poderosa Afrodita:

Por último, Agatón expone que Eros al ser joven y hermoso quiere buscar alguien igual a él, alguien que también sea así. Que Eros es lo bello y se posa en lo bello, cuando alguien es tocado por Eros, se convierte en poeta, cuando algo es bello, es seguro que Eros está ahí. Sin embargo, esto se podría observar en la película, tal vez solo en el ámbito intelectual, puesto que es aquí cuando Lenny y Amanda se asemejan. En las demás cosas, el motivo del amor no se da en esto, sino en todo lo contrario. Que es como Sócrates plantea al contar la historia que Diótima le contó alguna vez cuando Sócrates había hecho un discurso bastante parecido al de Agatón. Sócrates introduce esta historia con el hecho de que se desea lo que no se tiene, lo que falta. Si alguien es pequeño, se desea lo alto; si alguien es bello y fuerte, se desearía lo débil y no tan atractivo. En el caso de Linda y Lenny esto es exactamente lo que está pasando. Lenny y Linda son tan diferentes que parecería una tontería juntarlos. Sin embargo, los dos tienen aspectos y cualidades que al otro le faltan y a medida que pasa la película, uno empieza a dejar de ver esta idea como negativa y pasa a aceptarla. Nunca sucede algo serio entre ellos, pero uno sospecha que si ambos estuvieran solos, podría pasar algo y no sería una mala idea. Sócrates también dice: “Entonces, el amor es, en resumen, el deseo de poseer siempre el bien” y puede ser el bien que falta a una persona en un aspecto diferente a otra. Además, Sócrates dice que cuando se encuentra ese bien que nos falta, se encuentra un impulso creador que implica la procreación. La hija que Linda tiene con Lenny al final sería la muestra de esto. Esta hija, probablemente podría heredar lo mejor de estos personajes. Hay una razón por la que ambos se unieron, algo que les faltaba y buscaron en el otro.

El banquete de Platón y Poderosa Afrodita II

Discurso de Erixímaco y Poderosa Afrodita:

De este discurso se podría tomar en cuenta algo que complemente al amor bueno del discurso de Pausanías: “Mas aquel que se realiza en el bien con moderación y justicia, tanto en nosotros como en los Dioses, ése es el que posee el mayor poder y el que nos proporciona toda la felicidad, de modo que podamos estar en contacto y ser amigos tanto unos con otros como con los Dioses, que son superiores a nosotros”. De este modo primero estarían Lenny y Amanda al principio, cuando eran felices con su hijo y no necesitaba de nada más. No había ningún exceso y no pensaban en otras personas, era suficiente con lo que tenían. Otro amor que proporciona felicidad, así no sea estrictamente romántico, es el que hay entre Lenny y Linda; Lenny quiere lo mejor para Linda y no es solo por el amor que siente hacia su hijo, sino también por el cariño que ha desarrollado por ella. Es por esto que él intenta conseguirle otro trabajo y cambiarle de vida. Y él no hace esto por sí mismo, sino por ella, para que salga de donde está.


Discurso de Aristófanes y Poderosa Afrodita:

El discurso de Aristófanes es famoso por lo que propone. Dice primero que eran tres los sexos de las personas: masculino, femenino y andrógino. Además, dice que cada persona era redonda y tenía parte de los tres sexos. Estaba lo masculino, que era descendiente del sol, lo femenino que venía de la tierra y lo andrógino, de la luna. Estas personas tenían mucha fuerza y valor y un día intentaron subir hasta los dioses para atacarlos. Zeus, para hacerlos más débiles, los cortó en la mitad, para tenerlos ocupados buscando su otra mitad. De aquí viene la explicación de esta necesidad que tienen los seres humanos para enamorarse de alguien: “Así, pues, una vez que fue seccionada en dos la forma original, añorando cada uno su propia mitad, se juntaba con ella y rodeándose con las manos y entrelazándose unos con otros, deseosos de unirse en una sola naturaleza, morían de hambre y de absoluta inacción, por no querer hacer nada separados uno del otro”[1] La historia no termina ahí, sino cuando Zeus decide cambiar los órganos genitales hacia el frente de los seres humanos. Sin embargo, queda ahí esa ansia de unión que necesitan las personas con otras, ese buscar una mitad que los haga sentir completos. Eso es lo que le falta a Linda y es algo de lo que Lenny es consciente, por lo que intenta buscar a alguien con quien Linda pudiera estar.



[1] Platón, el banquetep. 26

El banquete de Platón y Poderosa Afrodita

Después de ver Poderosa Afrodita, de Woody Allen, me pregunté cuánto de clásico tendría esta película que entra en el género de comedia. Una forma de acercarse a esta película, desde lo clásico, sería acercándose desde el título, que hace referencia a la diosa del amor y entra en este motivo. Para esto, leí el banquete de Platón. Voy a ir comparando cada discurso de este banquete con la película.

Antes de esto, sin embargo, voy a dar un pequeño resumen de la película para aquellos que no la han visto. Lenny y Amanda están casados; un día, sin consultar a Lenny, Amanda decide adoptar un niño. Aunque Lenny no está de acuerdo con la idea al principio, cambia de pensamiento rápidamente y empieza a querer y a consentir a este niño en todo. Cada vez se asombra más sobre este niño y se pregunta quienes serán sus padres. Sale a buscar a su madre y se sorprende cuando se encuentra con una prostituta, Linda, a quién él intenta cambiarle la vida. A esto hay que añadirle los sentimientos que su esposa empieza a desarrollar por otra persona y lo que él mismo empieza a sentir por Linda Ash.

El discurso de Fredo y Poderosa Afrodita:

Para empezar este análisis, habría que aclarar que el título de la obra, Poderosa Afrodita, hace una clara referencia a Linda Ash. Ella representa el amor y es lo que mueve a esta película, no solo como motivo, sino también como personaje que propicia la acción en la historia.

Lo primero que podríamos tomar del Banquete de Platón, específicamente del discurso de Fredo, es cuando dice: “Y es absolutamente cierto que lo que Homero dijo, que un Dios inspira valor en algunos héroes, lo proporciona Eros a los enamorados como algo nacido de sí mismo”[1] Desde este punto podemos observar como ciertos aspectos del filme van tomando sentido. No necesariamente desde el amor que se considera “correcto” o “romántico”, pero probablemente a Amanda le costó mucho conseguir valor para serle infiel a su esposo. Al mismo tiempo, a Lenny, el protagonista, observamos cuánto le costó acercarse a la prostituta que era la madre biológica de su hijo. Esto hace por el cariño que siente hacia su hijo, cada día lo admira más y no puede dejar de preguntarse quienes serían los padres de este pequeño personaje. Además, hay un punto en el que sabemos que Lenny hasta podría morir por su hijo, lo cual habla Fredo un poco después de lo anterior. Desde aquí se puede observar como el amor es el motivo de la película. Incluso, desde el principio, cuando Amanda decide adoptar un hijo, que poco a poco se va ganando el cariño incondicional de sus padres.

Pausanias y Poderosa Afrodita:

Aquí tenemos la diferenciación entre dos eros. El primero viene a ser el Eros de Afrodita Pandemo, que sería el amor vulgar. En este tipo de amor se concentran más en lo físico, en el cuerpo y no en el alma. Este tipo de amor también se manifiesta cuando una persona deja a quien amó primero para irse con otra persona. En este caso tenemos el ejemplo preciso de Amanda, cuando simplemente decide estar con Peter Weller. Ella ignora a su esposo y está con Peter, a pesar de que ya tenía un matrimonio estable. Asimismo, Pausanias dice también: “así, justo por esta causa se considera vergonzoso, en primer ligar, dejarse conquistar rápidamente con el fin de que transcurra el tiempo, que parece poner a prueba perfectamente a la mayoría de las cosas”[2]. No son palabras falsas, puesto que Amanda se da cuenta del error que está cometiendo al irse con Peter y decide regresar con su esposo. Es una tontería irse con alguien a quien ni siquiera conoce solo por la atracción que tiene. Aquí también entraría el oficio de Linda, donde sus clientes solo están con ella por el cuerpo que ella ofrece.

El amor de la Diosa celeste es el amor bueno, según Pausanias; es decir, cuando se complace al otro en todo, por obtener la virtud. Cuando ambos se complacen entre sí y se busca la virtud. Creo que esto se da al principio entre Lenny y Amanda, aunque también, de forma no romántica, se puede observar esto entre Lenny y Linda.



[1] Platón, El banquete, p.11

[2] Platón, El banquete, p. 18

Mighty Aphrodite

Rasgos Orientalizantes en Homero

Aunque el tema sobre las coincidencias que pueden encontrarse en Homero y otras lecturas clásicas de otras partes del mundo no es nuevo, si fue un tema marginado. Esto se da principalmente, porque a comienzos del siglo XIX se despertó un nuevo sentido de nacionalismo en Alemania y se rescató a Homero como el padre de la cultura occidental. El Gilgamesh se descubrió en 1872 y se supo desde el principio las similitudes que había entre los dos libros. Sin embargo, ¿cómo se puede comparar un libro recién encontrado con lo que ya se consideraba cultura? He aquí que los clasicistas hayan rechazado estas comparaciones. Fue William Ewart Gladstone quien hizo la primera comparación entre Tetis y Océano con Apsu y Tiamar y a pesar de que era primer ministro británico, sus comparaciones fueron rechazadas.

A pesar de esto, sí se encuentran algunos estudios importantes de a principios de siglo, entre estos está el motivo del viaje en Gilgamesh y los viajes en la Odisea. De aquí, cabe mencionar que el hitita fue accesible gracias a Friedrich Hrozny. Por esto, no solo empezaron a verse coincidencias con Homero, sino también con Hesíodo. Sin embargo, fue innegable cuando ya llegaron los textos hititas y dos libros más estuvieron disponibles. En 1952 se descifró la escritura Líneal B y documentos de Miscenas, Pilos y Cnosos estuvieron disponibles.

Las razones por las cuales este tipo de literatura es importante, más allá del hecho en el que sea comparable con la literatura griega clásica, es el hecho de que la literatura cuneinforme es my rica, es compleja y variada. Además, la calidad de sus obras es buena. También, los griegos y los mesopotámicos estuvieron en contacto desde el 800 a. C.

En el texto se habla también de que no hay como discutir que en algunos aspectos la épica griega es algo autónomo; mientras que en la épica de Mesopotamia, es una tradición de escritura de más de dos mil años, donde las tablillas si volvieron a reescribirse. Lo que esto daría son funciones estilísticas diferentes; sin embargo, sucede totalmente lo contrario. En ambas escrituras se usan los epítetos fijos; en Homero encontramos: Hera, la de los níveos brazos, y en el Gilgamesh: Enlil, el de héroes. Ambas obras, asimismo, tienen un amplio uso del discurso directo. Los héroes de la Iliada y la Odisea siempre hablan de esta forma; en la Odisea, Odiseo narra la mayoría de sus viajes por sí mismo. Y en el Gilgamesh, los héroes incluso le hablan a su corazón con discurso directo. Otro hecho interesante es que cuando amanece, en el Gilgamesh se usa: “apenas la luz del alba resplandeció” y en la Iliada: “brilló la Aurora de los rosados dedos”

La asamblea de los dioses es una de las escenas que más se repiten. Y ni siquiera está ausente en el Antiguo Testamento. El símil, que siempre se presenta en la Iliada y la Odisea, se encuentra también en el Gilgamesh. Algo interesante, es que el diluvio se presenta también el Gilgamesh y con discurso directo, así como Odiseo. Existe también un mito sobe un árbol y una piedra que se repite en la Biblia, en Ugarit, en Homero y en Hesíodo.

Una parte muy importante en la Iliada es la del engaño a Zeus, que es cuando Hera engaña a Zeus para que éste se quede dormido. Lo que Hera se inventa para que Afrodita le preste su cinturón, es que va darle el cinturón en Tethys para que esta y Océano vuelvan a relacionarse, pero en realidad lo usa ella. Océano y Tethys se parece mucho a Apsu y Tiamat en el Enuma Elish.

El diluvio es un lugar común en las mitologías. Las razones también convergen: los hombres son demasiados para que la tierra, que es un interlocutor, es decir, está personificada, los soporte, para aliviarla el dios Enlil (en el caso oriental) y Zeus (en el caso heleno) deciden terminar a la humanidad. En este punto entra el diluvio; es arriesgado decir que éste entró en la mitología helena desde oriente pues está en todas: en la mitología, nórdica, inca, maya, etc., en consecuencia el diluvio representa más a un arquetipo (agua, renacimiento) que a una influencia histórico-geográfica. En todo caso, es en las particularidades de cada mito del diluvio donde se encuentras los rasgos orientalizantes en la mitología helena.

Convergen en el punto de vista actancial pues los dioses deciden exterminar a la humanidad. En el Atrahasis, Enki (que creó a los hombres) pide a Atrahasis que construya un arca; el hecho es equivalente en la mitología helena, es Prometeo (también creó a los hombres) quien pide a Deucalión que la construya; inclusive se repite en el Viejo Testamento en el que Noé debe construir un arca. En las mitologáis del Atrahasis y la helena se la interpreta como el amor de un dios por la humanidad (Prometeo/Enki), como símbolo de la permanencia del hombre, mientras que en el mito veterotestamentario es una prueba de dios para el hombre; quizá se da esta diferencia por el panteísmo heleno, enfrentado con el monoteísmo que emerge en la mitología judeo-cristiana.

En el mundo heleno el diluvio, y luego las guerras en Tebas y Troya, están relacionadas con el mito hesiódico de las edades de los hombres. La convergencia en este hecho es el punto de partida de Hesíodo para crear nuevos mitos, a pesar de que la idea de “fin de una era” es universal, ya en lo heleno se conoce un autor específico, hecho que presupone una creación nueva, pero también inevitablemente ligada a su contexto y a la interacción entres sociedades.

En este punto del texto se escribe sobre los Cantos Ciprios que, por la particularidad geográfica de Chipre (debajo de Turquía, casi al final del mar mediterráneo), es un representante de la hibridación entre lo heleno y lo oriental, pues era un lugar de costumbres “homerizantes”, pero regidos por el poder asirio. La influencia de Homero en estos cantos no es muy clara, pero también es innegable, en tanto se repiten escenas de género en las que los ingredientes de lo heleno y lo oriental están presentes.

Existe de nuevo un punto de convergencia, ahora es la tríada. Después de un sorteo, tres dioses se reparten sus dominios; en el caso heleno, en el contexto muy particular del “engaño a Zeus” en la Ilíada (particular en cuanto se lo considera un texto inserto después, ya como escritura), Zeus, Hades y Poseidón se reparten sus dominios, en el Gilgamesh son Anu, Enlil y Enki, respectivamente. El caso heleno es único pues la tríada se reparte el cielo, Zeus; el agua, Poseidón; y el inframundo, Hades y la tierra queda como un lugar de dominio común. Diferente a lo que ocurre en el caso oriental en el que Enlil rige tanto la tierra como el subterráneo. Esto intuye una influencia de lo oriental en Homero, que en el caso de la Ilíada funciona como una reelaboración, tomando a Genette, como un hipertexto. Mientras que “en el Atrahasis había sido parte integrante de la historia principal, en la Ilíada es utilizado como motivo ocasional, una improvisación aislada, sin antecedentes ni consecuencias” (p. 49) Es el sentido integrador de todo mito el que se pone a prueba con esta afirmación pues debe abarcar, aprehender hechos aparentemente ajenos y reubicarlos en su contexto particular; este es un ejemplo de este hecho.

El autor toma estos ejemplos como escenas de género. Se repiten en las mitologías, pero sus funciones dentro del texto son diferentes. Otro caso es la conversación entre Afrodita y Zeus en el canto IV de la Ilíada (particular también pues se considera a este canto como un injerto, caso similar al del “engaño a Zeus”) que tiene el mismo argumento del de Ishtar quejándose con su padre Anu acerca de las acciones de un hombre, Diomedes en el caso heleno y Gilgamesh en el oriental. Las convergencias son muchas: Zeus y Anu, son los representantes del cielo, Ishtar es el equivalente a Afrodita en la mitología sumeria, las diosas de la belleza son las que se quejan del hombre, Ishtar lo hace por el rechazo que sufrió por parte de Gilgamesh (acto análogo al de Odiseo y Calipso en la Odisea), mientras que Afrodita lo hace pues fue herida por Diomedes en el fragor de la guerra. De nueva hay un inserto ajeno al curso de la trama de la Ilíada, funciona como un hecho accesorio frete a la trama principal, pero es en lo simbólico donde descansa su importancia. Se desempeña como un punete entre mitologías, análogas en la trama.

Sorprende más todavía en la parte lingüística: en este canto de la Ilíada Dione es la madre de Afrodita (es decir, la epuránea), en el nombre parlante Dione está el puente lingüístico. Se sabe que el nombre Zeus proviene de diay´n, que en sanscrito es brillo, cielo; entonces dion (Zeus) es la parte masculina de Dione (¿ciela? Cielo en femenino en todo caso), hecho equivalente al de Anu/Antu, la pareja de dioses padres de Ishtar. En ambos casos se los puede representar como el señor y la señora cielo. En consecuencia, la Afrodita epuránea sería un préstamo de la mitología oriental del Gilgamesh. Resalta que sólo en el canto de la aristeia de Diomedes Dione es la madre de Afrodita.

Estos préstamos, incisos son recurrentes. En la Odisea, Penélope hace ofrendas por el regreso de su hijo Telémaco, equivalente a lo que hace Ninsum después de la partida de Gilgamesh, su hijo. La intención es análoga; la forma, diferente, Ninsum quema incienso, como ofrenda al sol, mientras que Penélope ofrece una canasta de cereales y un grito apagado. La forma tuvo que adaptarse a las particularidades helenas, debía ser una ofrenda “femenina”. Los mitos no cambian en esencia, cumplen con su función pedagógica, cambien en la forma pues deben adaptarse al contexto en el que se encuentran.


José Oviedo y Gabriela Cabezas


Tetis y Aquiles, Mauro Conconi, 1840.

La importancia de la Iliada y la Odisea

La Iliada y la Odisea son considerados los dos grandes poemas épicos de la cultura occidental. Un poema épico es un relato donde se cuenta la historia de un héroe o de varios héroes donde se exaltan varios elementos[1] Con esta descripción, se pueden encontrar no solo la Iliada y la Odisea, sino también otros libros como el Gilgamesh o, más tarde, Beowulf. Entonces, ¿por qué los libros que más estudiamos y en los que más encontramos referencias son la Iliada y la Odisea? Principalmente, se debe al hecho de que Alemania en el siglo XIX decidió rescatar un nuevo sentido de nacionalismo con el estudio de los clásicos, especialmente estos libros. El Gilgamesh fue descubierto en 1872, que ya es un poco tarde y siendo que el mundo occidental no tiende a entender o dar la importancia suficiente al mundo de oriente, el estudio de la Iliada y la Odisea siguió en pie y más importante que antes[2]. Además, hay que tomar en cuenta que sea de una forma u otra, si es que estos dos grandes libros épicos fueron influenciados por las culturas orientales, solo se enriquecieron más, de alguna forma se completaron más. Las dos culturas en la antigüedad quizá solo se complementaron. No existe ninguna sociedad totalmente aislada.

Sin embargo, no es solo el hecho de que estos libros hayan sido tomados en una época de la historia como un punto de referencia, sino que estos libros merecen ser el punto de referencia de la cultura occidental. El solo hecho de que estos libros hayan sido en primera instancia de tradición oral y que Homero haya logrado trasladar todos los versos de estos libros a la escritura, es un hecho impresionante. Ismail Kadaré intenta explicar como funcionaría el enigma de Homero en “El expediente H”. Según Kadaré, la épica mientras es oral, mientras sigue fluyendo con el tiempo. Empieza de a poco, cambia en medio de versos que no significan lo mismo, pero nunca se sabe a ciencia cierta cuál es la magnitud del cambio. A la final, ¿cuánto de la cultura griega original llegó hasta nosotros? Kadaré interrumpe el libro justo en ese momento, cuando sus protagonistas llegan a saber la importancia de mantener un poema recitado durante miles de años.

Estilísticamente, la Iliada y la Odisea también cumplen con todo lo necesario para ser los grandes libros de la cultura occidental. Entre estos registros estilísticos, encontramos los símiles en primer lugar:

“Como cuando el dios del trueno lanza sus relámpagos, antes de desencadenar una lluvia torrencial o el siniestro granizo o una densa nevada que cubra los campos, o cuando intenta abrir en algún lugar la inmensa sima de una aciaga guerra, así se le escapaban del pecho al acongojado Atrida los suspiros que manaban de lo más profundo de su corazón, estremeciéndose al mismo tiempo sus entrañas”[3]

Otra de las figuras usadas constantemente es el epíteto fijo que Homero les da a los dioses y a los héroes, un ejemplo de esto es cuando a Hera se le dice: la diosa de los níveos brazos, o a Atenea se le llama: la de los brillantes ojos. Asimismo, hay digresiones: “Al verlos llorar, el Cronida se compadeció de ellos, movió la cabeza y hablando consigo mismo dijo”[4].

Aunque no es un recurso literario, la forma en la que la Odisea está narrada y estructurada es también un referente muy importante de este libro. Aquí nos damos cuenta que estamos frente a una sociedad que es casi como la nuestra. La Odisea mezcla algunos tiempos, pero de una forma en la que uno nunca se pierde y siempre logra comprender. Se utiliza bastante la analepsis y prolepsis. Además, hay escenas que suceden de forma simultánea. La complejidad de esta obra nos dice incluso que podría funcionar como una novela contemporánea sin mucho esfuerzo.

A parte del estilo y la parte exterior de los poemas, lo que está dentro de la historia es una de las razones más importantes para poder entender lo importantes que son estos libros. Una vez que ya nos encontramos dentro de la historia, lo que primero salta a la vista son los mitos que se crean alrededor de varios ritos. Los dioses en la Iliada y la Odisea son de los personajes más importantes, porque estamos frente a la cultura griega, la cultura de la que nació todo. Finley, en “El mundo de Odiseo” explica que Homero no es solo importante el día de hoy, sino de la importancia que tenía en su época, porque era un símbolo de nacionalidad. Finley dice que estos libros pueden incluso compararse con una biblia para los helenos de esa época. Los dioses eran la explicación que los griegos necesitaban para todos los fenómenos naturales que sucedían y que en esa época no podían explicarse. Al saber que hay dioses, mitos y ritos, nos topamos con una sociedad que ya tiene una organización clara, un pensamiento específico. Jean-Paul Vernant dice que los mitos que se presentan en la Odisea y la Iliada son incluso de carácter religioso. Esto se observa por los ritos de purificación que encontramos en los libros. Los personajes siempre se lavan antes de un sacrificio o antes de comer. Además, algo muy importante son los ritos funerarios. En los ritos funerarios es donde más nos enfrentamos a esta sociedad con ritos ya explícitos, donde tienen que honrar a un cadáver para que este pueda alcanzar llegar al hades. Los juegos que se hacen por los ritos funerarios son impresionantes, las personas están haciendo todo eso por un muerto, por una creencia. Es así, que nos acercamos con estos libros a las ideas y pensamientos que se tenía en la antigüedad. Notamos como la cultura griega era ya una cultura muy organizada con sus leyes claras.

Los dioses, como dije antes, forman una parte importante de toda esta creencia. Zeus era la clara explicación que había sobre los rayos; pero no era solo eso, los helenos buscaron una explicación para todo por medio de los mitos expresados. Aunque los dioses no hayan sido perfectos, no importa, quizá eso los hacía más humanos. En la Odisea se cuenta el mito de cuando Ares y Afrodita se unieron en el palacio de Hefesto, donde les estaba esperando una trampa. Es un mito que no tiene ninguna explicación profunda, pero muestra la humillación a la que se puede llegar por una infidelidad. Además, los dioses estaban muy bien organizados, para una época en la que apenas estaba empezando a escribirse. En la Teogonía encontramos un mapa bastante claro de donde nacieron los dioses y cómo estaban organizados.

Algo importante es también que estos mitos y las historias de dioses con héroes en un poema épico son para exaltar algo o alguien. De esta forma, tenemos la historia de alguien que nos está enseñando cómo vivir. La Iliada y la Odisea están llenas de relatos de los cuales podemos aprender. Y son cosas que pueden aprenderse hasta el día de hoy; es decir, el respeto que tiene Penélope por Odiseo en la Odisea, que hace que ella pueda esperarle durante todo el tiempo que Odiseo no está. Son veinte años y ella espera pacientemente. Además, las mujeres que no esperan, como Clitemnestra, o los sirvientes que se portan mal, encuentran su castigo. Además, Homero exalta todo. En los dos libros los personajes insensatos son castigados y los demás siempre tienen alguna característica buena. Cuando sucede alguna injusticia, es por algo ajeno a ellos, es por el destino y lo aceptan. Cuando hacen algo insensato, siempre se la culpa al ate y, de todas formas, siempre se dan cuenta cuando estuvieron bajo la influencia del ate. Incluso, nos damos cuenta que no hay la idea de esclavitud que se tiene el día de hoy. Eumeo había sido vendido como esclavo, pero la madre de Odiseo lo cuidó como a un hijo y a pesar de ser un porquero, él estaba muy agradecido por lo que le habían dado.

En definitiva, no puede negarse la importancia de ambos libros. Son tan importantes, que estando en el año 2011 seguimos hablando de ellos. Ismail Kadaré escribió un libro intentando comprender el enigma de Homero y Borges escribió muchos poemas con referencias clásicas. Cortazar tiene también varios cuentos. Además, muchos de los libros contemporáneos tienen referencias a la Iliada y a la Odisea. Nos construimos a base de esos libros, a pesar de que no todos los hayan leído.



[1] Carmonoa Cristina, ¿Qué es un poema épico?, http://cczcris.blogspot.com/2009/04/que-es-un-poema-epico.html

[2] Burckert Walter, Rasgos Orientalizantes en Homero.

[3] Homero, Iliada, Biblioteca Edaf, 2007, Madrid, pp. 204-205.

[4] Homero, Iliada, Biblioteca Edaf, 2007, Madrid, p. 265.


Este es un fragmento de la Odisea que está en la Universidad de Pensilvania. Fue encontrado en 1903 en Egipto. En este fragmento se narra una parte del canto X, cuando Odiseo sale de una isla con un saco lleno de viento.

El héroe en la Iliada

En la Iliada tenemos un personaje principal y entorno a él gira la historia y entorno a él gira el tema principal. Aquiles es el modelo de héroe de la cultura clásica, y aún hasta hoy sigue siendo una especie de héroe inmortal que es inalcanzable por ningún otro tipo de héroe, o de lo que concebimos como héroe en la época actual. Las cóleras de Aquiles son el motivo conductor de la Iliada y entorno a ellas y a este héroe se proponen muchos personajes y varias ideas que nos ayudan a comprender como estaba estructurado este mundo antiguo.


Pero, en primer lugar, ¿para qué se nos cuenta la historia de un héroe? Jaegger dice: “La concepción del poeta como educador de su pueblo fue familiar desde el origen, y mantuvo constantemente importancia”. Estamos conociendo la historia del mejor de los héroes para aprender de él. En su tiempo, Aquiles y los otros héroes debían despertar un anhelo espiritual de querer ser como ellos. Es casi como un manual de moral, pero ilustrado, con ejemplos, que explica como debería comportarse alguien. Homero lo enaltece todo, pero lo hace con fines de acercarse más a lo que los hombres buscaban en esa época. Si toda nuestra vida aprendemos que lo más noble que se puede llegar a ser es un guerrero que da todo por su patria y por el honor, que sacrifica todo por intentar salvar a su familia, y que siempre tiene fuerzas y casi nunca cae en pensamientos negativos, entonces nos parecerá normal y querremos o intentaremos ser así. Además, la Iliada no presenta seres humanos perfectos, sino que nos muestra a humanos que también caen en el ate, que también necesitan escuchar consejos, que lloran y que sufren. Jaegger dice también que Homero no es moralista y tiene razón en esto, pues sus personajes caen, cometen errores y todo esto, lo observamos desde lejos. Cada quien es libre de cometer sus errores, pero también de recapacitar sobre ellos. Y es por esto que la Iliada funciona y funcionó en su época, porque todos somos humanos y también sufrimos y caemos y también intentamos llegar más allá.


Como parte de este conocimiento que la Iliada imparte, se encuentra también el aprender sobre la cultura griega antigua, el aprender sobre los dioses, saber qué es lo que rodea a estos héroes es parte del conocimiento general que se tenía y se tiene hoy sobre la cultura griega. Los mitos servían para ilustrar grandes lecciones morales, servían para enseñar cuan grande había sido un héroe, para recordar que todos fallamos alguna vez, para dar aliento a los héroes. Más que esto, para construir esa idea de nación y de orden que a todos nos gustaría encontrar en un lugar. En este caso, un mito parecería que incluso puede ser el precursor de lo que viene a ser la parábola con la Biblia. Sin embargo, nos da todo un contexto cultural del que no podemos desligarnos y por esto también no solo aprendemos una lección, sino que también tenemos conocimiento ya de los personajes ilustres que hay que recordar.


El héroe asimismo, y esto también tiene que ver con la enseñanza que imparte Homero, nunca será olvidado. Un héroe no debería temer a la muerte. Jean Pierre Vernant en su ensayo Pántá Kalá dice que no solo no hay que temer a la muerte, sino que la muerte glorifica aún más a los héroes. Es el hecho de no tener miedo, de ser tan valeroso y saber que se ha triunfado tanto en la vida, que la muerte es tan solo como un clímax de la vida. La muerte solo perpetúa la vida y mientras más significativa sea esa muerte (por ejemplo cuando Héctor muere a manos de Aquiles) más se recordará el valor del héroe. Además, este tipo de muertes llegan también a conmover al lector. Son personajes amados, respetados, que tienen una familia, pero por su deber, por ser héroes, deben morir.


Pero, ¿por qué ya no tener miedo a la muerte? Porque si uno ha tenido una vida digna (ha sobresalido de los demás guerreros, ha tenido mucho valor), los otros guerreros, las personas no se van a olvidar de lo que uno hizo. Todos los héroes importantes de la Iliada, empezando por Aquiles, van a ser recordados, van a ser cantados por aedos. En este punto también es importante recordar el por qué Aquiles está en la guerra. Aquiles se encuentra peleando, porque decidió ir. Él sabía que si iba, nunca regresaría. Él prefiere alcanzar la gloria, ser recordado como el mejor héroe aqueo y morir en esa gloria, en la belleza de la juventud. Aquí es cuando se prueba lo que dice Vernant en su ensayo; hay una preferencia por la juventud a envejecer y a morir; en este caso, también se prefiere ser recordado a no ser olvidado, porque de todas formas, si a uno lo recuerdan, habrá valido la pena vivir.


Sin embargo, hay que recordar también que la aristeia no es algo que simplemente se consigue. Los héroes de la Iliada tienen algo en común y es que son queridos por los dioses. Las personas podrían aprender de Aquiles, pero de qué va a servir eso si los dioses no les favorecen. Alessandro Baricco reconstruyó la Iliada y en su versión retiró a los dioses, porque de esta forma se entienden las acciones de los hombres sin necesidad de ser justificadas o de que algún hombre sea favorecido, porque es el favorito de algún dios. Quizá en esta época funciona más esto para hacer que las personas vuelvan a interesarse por la Iliada y no le encuentren puntos de antagonismo con la vida que llevamos ahora. En la Grecia antigua, sin embargo, los dioses importaban. Entonces, como enseñanza queda el intentar agradar a los dioses e intentar sobresalir, porque es lógico para todos, haya o no esta clase de dioses, que si se hace algo importante, uno será recordado.


La Iliada es un libro que nos habla sobre los grandes héroes de la antigüedad. No es solo Aquiles quien prevalecerá en la memoria de todos. Héctor, como contraparte de Aquiles, es también un héroe del cual se aprende bastante, y no solo como enseñanza, sino también de su vida. Héctor es un hombre que debe poner prioridades, como por ejemplo salir a luchar, aunque sabe que va a morir, en vez de quedarse con su esposa y su hijo.


Un punto importante es también el hecho de admitir que hay personas más fuertes o más importantes que uno. Y esto no es solo algo que hacen los guerreros; de hecho, solo los héroes son los que hacen esto. Odiseo admite que solo Néstor es más prudente que él; los demás héroes admiten que Áyax es más valeroso que ellos, y Héctor admite de forma indirecta que Aquiles es mejor y más fuerte que él. Esto es porque Héctor si sabe que va a morir a manos de Aquiles, Patroclo lo vaticinó y se lo dijo antes de morir. Y aún así, lo espera afuera de las puertas Esceas, porque sabe que es el destino y que si tiene que caer, será a manos del más fuerte aqueo, del más fuerte guerrero y que solo se pueda caer así, es también un gran honor.


La Iliada es el poema donde más se encuentra lo que debería ser un héroe. Aún hoy este libro puede enseñar a las personas a actuar con coherencia, las razones por las cuales no ser corruptos, la compasión. Los héroes no solo destruyen y ganan, también sienten, también lloran y se compadecen de otras personas. Este libro ha llegado ya muy lejos en el tiempo y probablemente seguirá vigente mientras exista la humanidad, porque es aquí donde encontramos lo intrínseco del hombre, lo básico que las personas debemos conocer. Incluso la escena de Héctor y su familia nos muestra el respeto y el cariño que se debe tener por la familia. La Iliada es un maravilloso relato sobre la cultura, las creencias griegas antiguas. Todos, en occidente, deberían leer este libro, porque muestra de donde salió la cultura que ahora está con nosotros, de donde salieron frases, acciones, héroes.

Lo humano en la Tragedia Griega.

David García Pérez en Angustia del ser y del deber en la tragedia griega pone como uno de los motivos de los personajes, la locura. Esta locura es la que los motiva a hacer las cosas que hacen; es decir, caer en el fatal destino de la tragedia. La locura de García Pérez, sin embargo, es justificada. Es decir, para él es la locura la motivación de los personajes a la tragedia y esta locura, en el caso de Antígona, tiene una razón de ser. Ella sale, se podría decir, del orden y hace los ritos funerarios a su hermano a pesar de que está en contra de la ley, a pesar que va a significar la muerte de ella. Es una locura con justificación en la razón. A pesar de esto, no comparto las palabras de García Pérez, en el sentido de que lo que los personajes sufren es de locura. A mi parecer, hay una mejor palabra que los griegos usan para definir que es lo que les sucede a estos personajes y esta es el ate. El ate es lo que inicia las tragedias, en su mayoría, y se convierte al mismo tiempo en una característica humana en la que todos podían caer. Las tragedias exploran los sentimientos humanos en su extremo negativo, en medio de la insensatez, y del dolor y la tristeza que acarrea.

Felipe Calderón dice: “El mito en la tragedia renace como aquella fuerza heroica que caracteriza al hombre trágico.” De esta forma, el mito antecede al ate. García Pérez dice también que los dioses son los causantes de la locura que se apodera de los personajes. Con esto llegaríamos a uno de los primeros aspectos a tomar en cuenta sobre lo humano en las tragedias: la libertad. Pueda que el destino esté ya dicho (como dice García Pérez) para estos hombres, pero esto no es así totalmente. Los personajes saben que no deben cometer las cosas que van a hacer, pero las hacen porque la sed de venganza es tan grande en ellos, que no pueden reprimirla. Como dije al principio de este ensayo, en la tragedia observamos los aspectos negativos de la cultura humana. Creo que incluso a un ser humano de hoy en día le costaría mucho no vengar la muerte de su padre o de su hija. De todas formas, sabemos como estos personajes sí tienen la capacidad de escoger, pero es su insensatez la que los vuelve locos. Creonte tuvo el ejemplo frente a sus ojos, aprendió de Edipo, pero lo olvidó totalmente una vez que estuvo en el poder. Y esto no es necesariamente por el destino trágico que le llevaba a la ruina, sino por la insensatez. En la tragedia clásica nos enfrentamos a seres humanos que creen tener el control de todo, aun cuando el destino de alguien no es suyo. Este es el caso de Clitemnestra que se autonombra como quien debe ejercer la justicia, sin preguntar a los dioses. Son seres humanos que se enceguecen y pretenden que pueden poseerlo todo. No en todas las tragedias es así, por supuesto. En las Erinias lo que encontramos es la reivindicación del poder humano cuando se crea un consejo de ancianos para, junto con atenea, decidir que pasa con Orestes.

Vale la pena mencionar que los personajes principales de las tragedias son nobles, quizá porque de esta manera se demuestra que los personajes con más posibilidades también sufren igual que el resto del pueblo. Como está escrito en el artículo Sófocles: la desesperación heroica: “Sófocles nos pone ante algunos de gran nobleza solo para mostrarnos que sus virtudes les llevan a la destrucción brutal”. Más allá de eso, sin embargo, creo que estos personajes son tan humanos como todos. Las virtudes de todos son las que pueden llevarnos a este tipo de errores; o, en la mayoría de casos, la insensatez en cuanto al uso de estas virtudes que cada uno de nosotros poseemos. En el artículo Eurípides, Nietzche y Sartre se plantea otra cualidad importante sobre el tema que estoy realizando: “Esquilo estuvo más interesado en problemas morales que en la caracterización de los personajes. Sófocles no estuvo tan explícitamente interesado en problemas morales, excepción hecha en Antígona, que representa su esfuerzo más notable para aproximarse a Esquilo”. Es decir, mientras que en la Iliada y la Odisea nos encontramos frente a dioses que actúan casi todo el tiempo ayudando a los humanos o interfiriendo en las acciones que ellos toman (de hecho, la Iliada empieza por problemas de dioses), en las tragedias lo que observamos es a humanos sufrir por errores que ellos mismo cometieron. Ningún dios influencia a Clitemnestra para que ella mate a Agamemnón, es más, ella lo mata sin siquiera consultar con los dioses. Si es que Esquilo estaba más interesado en problemas morales, era obvio que lo que más iba a presentar sería a personajes debatiéndose en asuntos que nos pertenecen a nosotros. Ya no es necesario que un dios lo salve todo al final, y si es que sucede, es lo que siente el protagonista lo que importa.

Por último, lo humano se ve claramente con el ate, hybris y némesis. Todas las tragedias a las que nos hemos acercado en el curso presentan estos procesos. Con estos procesos observamos claramente como la insensatez de los hombres es la que los mete en problemas, como se enceguecen y logran romper las reglas de la sociedad en la que vivían. Una vez que sucede esto, cometen el crimen. Por lo general es un asesinato donde vengan la muerte de alguien más o donde simplemente quieren ejercer todo el poder que tienen. Por último, ellos también tienen que ser vengados y perecen a manos de otra persona. A pesar de que saben que tarde o temprano van a sufrir las consecuencias de lo que hicieron, lo hacen de igual forma. Si nos ponemos a analizar esto, las cosas no han cambiado en realidad, aún ahora, a pesar de que por realizar este tipo de crímenes se puede ir a la cárcel, las personas siguen siendo humanas y cometiendo los mismo errores que en esta época. Si se leyeran más este tipo de obras, tal vez la humanidad podría aprender un poco más sobre la insensatez y los errores que se cometen.